Pie Diabético
El Pie Diabético es un síndrome de etiología, complejidad y gravedad variable, caracterizado por destrucción de tejidos en extensión y profundidad de zonas y aspectos topográficos del pie causados y/o agravados por infección, isquemia, edema y neuropatía; que puede causar amputación y/o muerte en los pacientes con diabetes
Una de las complicaciones más importantes de la diabetes mellitus es el pie diabético, y es la causa más frecuente de internamiento hospitalario. La infección es un factor que influye de manera importante en la amputación, discapacidad y muerte.
En la población general se amputan 5 a 25 personas de cada 100,000 habitantes, mientras que en los diabéticos, las cifras de amputación aumentan catastróficamente, amputándose de 6 a 8 pacientes por cada 1000 habitantes. El 85 % de las amputaciones en los diabéticos son precedidas de una úlcera en el pie, ésta generalmente es neuropática y puede estar agravada por ciertos grados de isquemia. La posibilidad de sufrir una amputación de la extremidad contralateral posterior a una amputación, es del 42% en los primeros 3 años, y aumenta al 56 % durante el 3º al 5to año.
La gravedad de la infección en pie diabético se determina de manera muy similar a la identificación clínica, con las clasificaciones de: 1) PEDIS (siglas en inglés, que corresponden a perfusión, extensión, profundidad, infección y sensibilidad), publicada por Schaper, únicamente para propósitos de investigación y no está validada. 2) Infectious Disease Society of America (IDSA) 3) el puntaje de San Elián. El puntaje de San Elián validado y publicado puede recalificar la infección y el resto de las variables en forma crono-biológica cuantas veces sea necesario de acuerdo a su evolución positiva o negativa.
La infección debe ser clasificada, ya que permite determinar el riesgo de amputación o éxito en la cicatrización de las heridas infectadas y la toma de decisiones terapéuticas en los casos en los cuales esté en peligro la extremidad y la vida del paciente.
La desbridación quirúrgica de tejido infectado debe realizarse sin diferimiento en forma inicial, y subsecuente tantas veces como sea necesario con “destechamiento” de trayectos fistulosos. Se recomienda la toma de cultivo de la herida antes de iniciar o continuar el tratamiento empírico en todos los casos de infecciones moderadas a graves.
La hospitalización está indicada en casos de infecciones graves, en pacientes inestables hemodinámica y metabólicamente. La aplicación de antibióticos incluso intravenosos, puede hacerse ambulatoriamente mediante uso de catéter
El tratamiento oportuno las heridas en los pies del paciente diabético disminuye de manera importante la tasa de complicaciones y de amputaciones observadas.