Apendicectomía Laparoscópica Vs Abierta
La apendicitis es uno de los problemas quirúrgicos más comunes. A una de cada dos mil personas se le practica una apendicectomía en algún momento de la vida. El tratamiento requiere que se haga una operación para extirpar el apéndice infectado. Lo tradicional es que el apéndice se quite a través de una incisión en la pared abdominal inferior derecha.
En la mayoría de las apendicectomías laparoscópicas los cirujanos operan a través de tres pequeñas incisiones (cada una mide aprox. entre 6 y 12,5 mm) mientras se observa una imagen ampliada de los órganos internos del paciente en una pantalla de televisión. En algunos casos, una de las pequeñas aberturas puede alargarse hasta medir 5 a 7,5 cm a fin de completar el procedimiento.
Ventajas de la Apendicectomía Laparoscópica
Los resultados pueden variar según el procedimiento que se use y la condición general del paciente. Las ventajas comunes son:
- Menor dolor posoperatorio
- Puede acortar la estadía hospitalaria
- Puede resultar en un retorno más rápido de la función intestinal
- Retorno más rápido a la actividad normal
- Mejores resultados cosméticos
Si bien la apendicectomía laparoscópica presenta muchos beneficios, es posible que no convenga para algunos pacientes. Una apendicitis no perforada que se diagnostica en forma temprana por lo general se puede extirpar por vía laparoscópica. La apendicectomía laparoscópica es más difícil de realizar si hay una infección severa o si el apéndice se ha perforado. Es posible que en dichos pacientes sea necesario efectuar un procedimiento a cielo abierto en el que se use una incisión mayor a fin de quitar de modo seguro el apéndice infectado.
En una pequeña cantidad de pacientes el método laparoscópico no resulta factible por causa de la imposibilidad de visualizar o manipular los órganos de modo eficaz. Cuando el cirujano siente que lo más seguro es convertir el procedimiento laparoscópico en uno a cielo abierto, no se trata de una complicación, sino de una decisión quirúrgica sensata. Entre los factores que pueden aumentar la posibilidad de que el procedimiento se convierta en uno “a cielo abierto” pueden incluirse:
- Infección severa y/o un absceso
- Un apéndice perforado
- Obesidad
- Historia de cirugía abdominal anterior que produjo tejido cicatrizal denso
- Imposibilidad de visualizar los órganos
- Problemas de sangrado durante la operación
La decisión de realizar el procedimiento a cielo abierto se determina a criterio de su cirujano ya sea antes o durante la operación misma. La decisión de convertir a un procedimiento abierto se fundamenta exclusivamente en la seguridad del paciente.
Tal como ocurre en cualquier operación, existen riesgos entre los que se incluye el riesgo de complicaciones. Sin embargo, el riesgo de que ocurra alguna de dichas complicaciones no es mayor que si la operación se realizara mediante la técnica a cielo abierto.
- Sangrado
- Infección
- Extirpación de un apéndice normal
- Una pérdida en el borde del colon donde se extirpó el apéndice
- Lesión de órganos adyacentes tales como el intestino delgado, el uréter o la vejiga.
- Un coágulo de sangre a los pulmones
Es importante que reconozca los indicios tempranos de complicaciones posibles. Comuníquese con su cirujano si nota dolor abdominal severo, fiebre, escalofríos o sangrado rectal.